En 1990, éramos una jovencísima y entusiasta pareja anglo-española con dos niños pequeños que vivía en Escocia y quería probar suerte en España. Juntos, teníamos formación en biología, filosofía, enseñanza, psicología e idiomas. Durante varios años habíamos participado en un proyecto comunitario de aprendizaje colaborativo. Nos encantaban la ciencia y las humanidades. Así que decidimos crear un negocio acorde con nuestra formación y que nos permitiese la conciliación laboral y familiar. Salió bien.
El azar estuvo de nuestro lado. Tuvimos la gran suerte de aterrizar en la Universidad de Málaga, donde impartimos clases de inglés. Gracias a la paciencia y destrezas didácticas de nuestros alumnos a la hora de explicarnos conceptos clave sobre economía, psicología, medicina e informática, Luisa dio un salto de la traducción general a la científica y académica. Poco a poco, Simon se especializó en revisión académica. La sinergia entre el conocimiento experto de los investigadores y nuestras destrezas lingüísticas y editoriales pronto dio frutos. Ellos empezaron a publicar en revistas internacionales de mayor calado y nosotros aprendimos lo indecible de sus campos. Nos sentimos auténticos privilegiados por aquellos primeros años en los que aprendimos tanto y pudimos conocer de primera mano la labor del investigador universitario.
La sinergia entre el conocimiento experto de los investigadores y nuestro conocimiento lingüístico y editorial pronto dio frutos para ambos.
En 1995 creamos Etheridiom, una de las primeras empresas españolas en ofrecer traducción científica por Internet. Bajo la marca Sierralink ampliamos nuestra cartera de clientes a editoriales, sociedades profesionales y agencias.
Nuestra seña de identidad fue y sigue siendo, integrar ciencia y humanidades, tecnología y humanismo, profesionalidad y cercanía.
Ha llovido mucho desde entonces. Volvemos a Etheridiom, con más canas y menos pelo. El equipo ha crecido y nuestra experiencia se ha multiplicado. Muchos de los recién doctorados son ahora catedráticos y expertos internacionales en su campo.
Otras cosas siguen igual: mantenemos la colaboración con muchos de ellos. Continuamos siendo fieles a nuestros ideales de trabajo en equipo y de dar lo mejor en cada proyecto.
Te aligeramos la carga: deja el inglés y los aspectos editoriales y culturales en nuestras manos.
Luisa Fernández Sierra
Luisa nació en Andalucía y cursó varios años de Ciencias Biológicas en la Universidad de Granada. En 1983, se trasladó al Reino Unido y realizó trabajos de lo más variopintos (au-pair, limpiadora, profesora de español y responsable del departamento Informático de una editorial).
En 1987, inició su trayectoria como traductora independiente. En 1990, la familia se trasladó a Málaga y en 1995, obtuvo la diplomatura en traducción por el Chartered Institute of Linguists, Londres.
Ha traducido para editoriales unos 10 libros de desarrollo personal y terapias alternativas. Con los años, se especializó en traducción biomédica y académica.
Colabora con varias revistas especializadas de Elsevier Ibérica, y revisa traducciones biomédicas para grandes empresas de la industria farmacéutica y biomédica. La demanda de servicios de traducción creativa y de adecuación cultural para este sector ha aumentado mucho.
Hace 2 años decidió dedicar algo de tiempo a transmitir mediante formación y mentoría los conocimientos que ha aprendido en este fascinante mundo de la traducción y del teletrabajo.
Simon Coxon
Simon es británico, tiene un grado en Filosofía y Psicología, Reino Unido. Comenzó su vida profesional en un centro de procesamiento de datos de Barclays Bank ubicado en la City de Londres. Algunos años más tarde, y tras haber obtenido el grado, trabajó para una editorial británica como redactor jefe. En 1987, decidió dedicarse a la enseñanza.
En 1990, se trasladó a Málaga con el resto de la familia. Tras conseguir la titulación de profesor de inglés (TEFL), Simon comenzó a dar clases de inglés a investigadores y profesores en varias Facultades. Durante años compaginó la enseñanza con la revisión de artículos académicos y científicos escritos por sus alumnos. El volumen de trabajo aumentó tanto que en 1998 abandonó la enseñanza para dedicarse a la revisión y traducción académica a tiempo completo. En ese momento, también trabajaba con la editorial Springer-Verlag como corrector de varias revistas científicas.
En la actualidad, continúa con su labor de revisión académica y traducción al inglés para investigadores de diversas Facultades y Universidades (Ciencias de la Computación, Económicas, Biología, Psicología,…), así como de hospitales y centros de investigación. Forma parte del equipo encargado de la traducción al inglés de la Revista Española de Cardiología y de varias otras publicaciones de Elsevier.
Dedica su tiempo libre al senderismo, la mandolina y el Tai-chi.
Miguel Coxon Fernández
Miguel nació en Inglaterra y es bilingüe (español e inglés). Los idiomas y la traducción han formado parte de su vida desde la infancia. Cursó 4 años de la licenciatura de Química en la Universidad de Granada, y estudió un año en la universidad de Ottawa, Canadá. Tras volver a España decidió darse un respiro y probar la enseñanza. En 2015 obtuvo el certificado de Trinity College para la enseñanza de inglés como segunda lengua y además se formó en locución y doblaje para ser un comunicador más eficaz.
Aprendió el "oficio" de traductor como "aprendiz" en el negocio familiar durante las vacaciones de verano. Su formación científica y académica, sus 10 años como docente de inglés, ser bilingüe y su inmersión temprana con la traducción le colocan en una posición única para la traducción en varios campos y la revisión del inglés de textos académicos. En Etheridiom colabora tanto en traducciones al inglés como al español y además aporta sus conocimientos de las nuevas tecnologías y de informática. Además, traduce de forma regular para varias agencias de traducción internacionales.
Sus áreas de especialidad son química, biotecnología, medicina y farmacia.
LO PEQUEÑO ES HERMOSO
Somos una pequeña empresa, y queremos seguir así. Las pequeñas empresas como la nuestra tienen mucho que aportar. Las grandes empresas de servicios lingüísticos se han convertido en una enrevesada maquinaria de intermediarios entre el cliente y traductor, el revisor o el redactor. Son útiles si necesitas producir tu material en 20 idiomas distintos. Pero en otras circunstancias, la comunicación se vuelve compleja y la calidad se puede resentir.
Siempre podrás hablar con nosotros y somos los únicos responsables. De esta manera, se elimina el riesgo de malentendidos, mensajes no recibidos y problemas sin resolver. Con nosotros siempre podrás hacer cambios de última hora y te haremos llegar valiosas sugerencias lingüísticas para mejorar el producto final.